Ayer retomé la guitarra por gracia de un folleto que enseñaba fácil y profesionalmente a tocar las mejores canciones de The Beatles. Fue tal mi entusiasmo que al cabo de media hora había aprendido de principio a fin Yesterday y Lucy in the Sky With Diamonds.
Hoy me sometí a la lectura del Tarot. Todo, todo todo, fue cierto, hasta lo que sólo le había comentado a un amigo, lo supieron las cartas. La emoción de las revelaciones sobrepasaron el miedo a lo desconocido y cambió de una vez y para siempre mi relación conmigo mismo y los tiempos en que vivo.
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